Génesis 3:11-24

Génesis 3:11 al 24


"Dios el Señor le habló y le dijo: ¿Quién te ha hecho saber que estabas desnudo? ¿Acaso has comido del fruto del árbol que yo te había prohibido?"

El hombre le contesto:
-"La mujer que tú me diste como compañera fue la que me ofreció del fruto para que lo comiera, y por eso lo comí."

Entonces Dios, el Señor, le pregunto a la mujer directamente:
-"¿Qué es lo que tú has hecho?"
Y la mujer respondió:
-"La serpiente fue la que me engañó y por eso lo comí."

"Entonces Dios, el Señor, le habló a la serpiente directamente y le dijo: 
-"Por lo que has hecho, maldita serás entre todos los animales salvajes y entre los animales del campo; sobre tu pecho andarás y tragarás el polvo hasta el fin de tu vida.

-Pondré una profunda enemistad entre tú y la mujer, y entre tu descendencia y la de ella. Esta descendencia será la que te aplaste la cabeza pero tú le morderás solo el talón."

A la mujer Dios le dijo:
-"Aumentaré tus dolores cuando tengas hijos, y con sufrimiento los darás a luz. Desearás controlar a tu marido, pero él tendrá autoridad sobre ti."

Al hombre le dijo:
-"Como le hiciste caso a tu mujer y comiste del fruto del árbol del que te dije que no comieras, ahora la tierra va a estar bajo maldición por tu culpa; con duro trabajo la harás producir tu alimento durante toda tu vida.

La tierra te dará espinos y cardos, y tendrás que comer plantas silvestres.

Te ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la misma tierra de la cual fuiste formado, pues polvo de la tierra eres y en polvo te convertirás."

Entonces Adán le puso un nombre a su esposa, y la llamó Eva, porque ella sería la madre de todos los vivientes.

Dios, el Señor, hizo túnicas de pieles de animales para cubrir al hombre y a la mujer y asi los vistió.

Luego Dios habló y dijo:
-"El ser humano ahora es como uno de nosotros en el conocimiento del bien y del mal, solo falta que extienda su mano y coma también del árbol de la vida y viva para siempre. No podemos permitir esto."

Entonces Dios los expulsó del jardín del Edén, y puso al hombre a cultivar la misma tierra de la que fue formado.

Los echó fuera del huerto y al oriente puso ángeles querubines, y además una espada encendida que ardía y que se movía por todos lados, haciendo imposible el acceso al árbol de la vida."

Aquí tienes una forma de volver a leer lo que vimos durante la última semana en La Bitácora del Navegante 📝
Gerwuer











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